Por Ruby Stella Morales Sierra, demandante Acción Popular.
El sueño de mis vecinos desde hace 35 años es el disfrute pasivo de la reserva forestal Hormigueros y su adecuación en parque ecológico. Es el derecho y necesidad de mitigar el calor y la contaminación ocasionada por la congestión de tráfico de la Transversal El Bosque y de las vías alrededor de la unidad de urgencias de la Clínica Ardila Lulle de Floridablanca.
Pero ese sueño comunal hoy es una pesadilla que tiene en alerta a quienes luchamos por convertir en realidad ese derecho reconocido mediante fallo favorable de la acción popular, que interpuse desde la directiva de la Junta de Acción Comunal, en octubre de 2015, ante el Juzgado Tercero Administrativo Oral de Bucaramanga.
La semana anterior, la sorpresiva tala indiscriminada de árboles en la reserva forestal prendió las alarmas del vecindario. Los responsables de este sinsentido devastador es el Banco Inmobiliario de Floridablanca, que sin consultar con la comunidad, y actuando de forma irregular y en evidente abuso de autoridad, pretende convertirla en «aprovechamiento económico», al parecer para un parqueadero público cedido a una empresa privada. ¡La primacía de los parqueaderos de carros sobre las necesidades primordiales de los seres humanos!
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Esta acción reprochable y a todas luces abusiva del Banco Inmobiliario y la administración municipal, se sumó al fraude a resolución judicial y desacato del fallo de acción popular que precisamente reconoce el derecho de la comunidad del goce y disfrute de esta zona de reserva forestal, la cual debía cumplirse desde septiembre de 2022.
La decisión del Juzgado amparó los derechos colectivos al goce y disfrute de las mismas áreas de cesión deforestadas que reclama la comunidad de los barrios Villa Tarragona, Villa España, Villa Mallorca y residentes de los edificios y conjuntos localizados alrededor de la zona de reserva forestal Hormigueros.
El fallo de la acción popular reconoce 2.8 hectáreas de áreas de cesión de dos globos de terreno que estuvieron invadidos por particulares y ordena al municipio de Floridablanca a brindar las garantías a la comunidad al disfrute de las áreas de cesión, destinadas para el equipamiento comunal y disfrute de la comunidad reclamante y residente del sector. El área ha sido invadida por particulares desde hace más de veinte años, lo cual originó la demanda desde el año 2015.
La reserva forestal afectada por el «aprovechamiento económico» tiene una extensión de 1.4 hectáreas, único pulmón verde del sector para más de veinte mil habitantes y que fue amparada para el disfrute de la comunidad mediante la acción popular, tras estar invadida por particulares desde la década del 90 del siglo pasado.
La denuncia de la deforestación y arrasamiento de la capa vegetal de la reserva Hormigueros fue elevada la semana anterior ante la Personería de Floridablanca. El arboricidio de una parte de la zona de reserva forestal, caracterizada como área de cesión tipo A, la habría realizado un contratista del Banco Inmobiliario de Floridablanca, para convertirla en un posible parqueadero de una empresa privada, con fines de «aprovechamiento económico de un bien público» .
Los responsables del posible delito ambiental, son el director del Banco Inmobiliario de Floridablanca, Julio César González García, -y por extensión el alcalde Miguel Ángel Moreno Suárez-, quienes demuestran su insaciable ambición del «aprovechamiento» de los bienes comunitarios.}
La actual administración de Floridablanca imprime una y otra vez su sello de depredación de recursos públicos y violación de derechos humanos colectivos, ampliamente denunciados por diversas y numerosas acciones irregulares interpuestas ante autoridades competentes por comunidades en resistencia ante la corrupción.
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Esta denuncia es solo un pequeño fragmento del tortuoso camino recorrido durante más de diez años al frente de la defensa de los derechos colectivos de mi comunidad. Desplantes de las autoridades municipales y las diferentes administraciones de Floridablanca más insultos y amenazas por parte de los transgresores e invasores de los terrenos nos han acompañado desde entonces. Una lucha con garantías en el papel y violación en la realidad.
Floridablanca es conocida como la ciudad dulce de Santander donde vivimos unos 350.000 habitantes y hace parte del área metropolitana de Bucaramanga. La respetable industria del dulce es fuente de ingreso de docenas de familias tradicionales que viven de producir obleas y bocadillos para todos los gustos. Es un municipio dormitorio donde las pesadillas de la corrupción acechan desde la clase política corrupta y voraz.