
Foto: Nubia Morales – El Dragón al altardecer
Por Ruby Stella Morales Sierra
Millones de familias desempolvaron los juegos de mesa para compartir con sus hijos los tradicionales juegos de cartas de naipe, parqués o monopolios, con apuestas de moneditas o granos de fríjol, o con el premio de librarse de la lavada de la loza para el ganador. Todo para intercalar los juegos de mesa con el apego a la televisión o el celular, y brindar desde cuidadores y de la familia, una oferta de entretenimiento en el encierro obligatorio.
Los jueguitos de mesa han sido una actividad tradicional para espantar el tedio, en las prolongadas y sucesivas tardes de cuarentena por el coronavirus. ¿Quién no sintió el rodar de los dados sobre el vidrio de una lámina de parqués de alguna casa vecina y los gritos de emoción de los jugadores?
Pero del otro lado del juego inocente está el drama que describió Fiódor Dostoievski en su obra ‘El Jugador’. Ahora llamados ludópatas, víctimas de la enfermedad emocional que padecen aquellas personas que cayeron en el desbordamiento de las apuestas, afición que por lo general se incrusta en el inconsciente desde la infancia o adolescencia, pero que puede llegar a cualquier edad, como sucede con los virus infecciosos: con pocos remedios y sin vacuna.
Alerta roja
La alerta de la problemática en el Área Metropolitana de Bucaramanga, la ha dado a conocer a este medio, un maduro exjugador que ha recibido ayuda de la organización nacional sin ánimo de lucro “Jugadores Anónimos Colombia”, con 20 sucursales en el país y que tiene sede en el sector de Real de Minas de Bucaramanga.
http://jugadoresanonimoscolombia.org/
El entrevistado indica que con el obligado confinamiento, los efectos psicológicos que conlleva el estrés y la angustia por la situación sanitaria de riesgo, se disparó la adicción de algunas personas que ya lidiaban con la afición, pero que se descubrieron vulnerables o se les agudizó problema. “Lo grave es que algunas personas han llegado al suicidio por la adicción”.
De hecho, la emergencia sanitaria que ya lleva varios meses y con fecha abierta de solución, obligó el cierre de establecimientos de concurrencia pública y el cierre de los establecimientos de ocio, entretenimiento y de juego de azar y apuesta, billares, casinos, bingos y terminales de juego de video.
El imperativo #YoMeQuedoEnCasa, mientras para algunos ha sido la positiva tabla de salvación y liberación de traumas y dudas y un reinventarse en crecimiento personal, para otras personas sin duda aumentó la recaída de sus adicciones y debilidades.
El problema de la ludopatía en el área metropolitana de Bucaramanga es tan intensa, que ya existe un buffet de 11 psicólogos especialistas en el tema que ofrecen sus servicios.
La ludopatía es una adicción a los juegos de azar y las apuestas. Se considera patológico porque la persona es incapaz de poner un freno y decir ‘no’. Puede ser consciente de que está perdiendo dinero, trabajo, amigos y familiares, pero insiste en jugar. Este listado muestra 11 consultorios de ludopatía en Bucaramanga, indica su aviso.
https://www.psicologos.com.co/centros/ludopatia/bucaramanga
Según nota de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Cámara de Comercio de la ciudad están registrados 51 establecimientos catalogados de juegos y azar en el área metropolitana de Bucaramanga. Sin contar con la oferta ilegal en la trastienda de negocios encubiertos.
Mientras tanto, la oferta de apuestas en línea es todo un agujero negro con tentáculos legales en Colombia, pero también con toda una oferta de multinacionales del juego que operan a través de internet. Una trampa más de la globalización de pesadilla con la que amoralmente se nutre el sistema sanitario del país.
Varios de los casinos en Bucaramanga y Floridablanca son líderes de este cuestionado mercado y tienen su casa matriz en Estados Unidos o en diversos países.. Las ofertas son publicitadas en internet.
Los expertos indican que entre las adicciones más destructivas y de fácil acceso desde casa, está la ludopatía que encuentra en pantallas y teclados de cualquier medida ‘pozos sin fondo’ para el tiempo y los recursos económicos de personas y familias.
“Es una adicción que no deja ver ojeras ni percibir olor o guayabo como las bebidas alcohólicas o los ojos rojos y el ánimo alterado como las drogas”, indica el exjugador anónimo. Dice que es una adicción invisible y peligrosa que fácilmente se oculta a sus familiares y amigos, hasta que la catástrofe llega de golpe con el descalabro económico y el derrumbe emocional.
Ruleta rusa
Es el oscuro drama de la afición enfermiza de los juegos de azar se ha aumentado por el ingreso al país de los casinos y juegos de azar internacionales online, desde el surgimiento del internet y la instalación de casinos en físico, desde hace unos 18 años. Otro regalo del neoliberalismo y el mercado de la globalización que representa al año el 1.5% del PIB (Revista Dinero).
Los juegos mueven en Colombia $ 15.8 billones de pesos y entrega alrededor de $1 billón de pesos al gobierno nacional, destinado, contradictoriamente, para la pública del país.
Colombia cuenta con 2.765 casinos que generaban 60.000 empleos directos. Cuenta con 83.422 máquinas instaladas de forma legal. Mientras las autoridades han incautado 3.761 máquinas ilegales, según datos publicados en el diario La República.
La trampa
“El juego es entretenimiento, juega con moderación. Solo mayores de 18 años”, es la última frase escondida, de la llamativa página web promocional de una de las empresa americana, una de las 17 empresas concesionarias de juegos en línea en Colombia.
Sin embargo, la advertencia es tan inútil como la fotografía con un cáncer de pulmones en una cajetilla de cigarrillos, en manos de un dependiente de nicotina. Y aunque la empresa Phillips Morris ha debido pagar millones de dólares en indemnizaciones a los fumadores con cáncer, todavía no se conoce un quiebre de demanda contra casinos que paguen indemnizaciones por ludopatía, quiebras y suicidios de jugadores compulsivos que echaron a perder su vida por el juego.
La tentación fatal de los juegos de apuestas virtuales, por ejemplo, tienen una oferta de apuestas deportivas de 50.000 juegos en línea…múltiples juegos de casino, bonos de fidelidad para clientes atrapados…servicio amable al cliente, etc.
Tienen laboratorio de verificación y toda una telaraña de servicios regulados para supuestos juegos de entretenimiento, por Coljuegos, la entidad oficial del gobierno colombiano para este tipo de negocios. En una de las páginas web indican que “es el líder global en probar y aprobar juegos como correctos y seguros de usar.
Parodiando el reino de los casinos de las Vegas en EEUU, los juegos online prometen privacidad y encriptación de datos personales, con lo cual el rastreo de adicción podría ser tan eficaz como el triángulo de las Bermudas.
Es tan amplio el mercado que los depósitos para comprar los bonos o tiquetes para los juegos en línea que se encuentran a la esquina de cualquier ciudad, con unos 20 empresas de recaudo.
En definitiva, es tan fácil pagar (perder) dinero en juegos online, que se cuentan 20 entidades recaudadoras para los jugadores. Mucho más fácil que encontrar dónde pagar las facturas de los servicios públicos.
Los jugadores globales: una pandemia sin remedio del siglo XXI.